En la crisis sanitaria. La libertad de expresión y el derecho a la comunicación frente a los bulos y manipulaciones

Coordinadores: Carmen Costa-Sánchez (Universidade da Coruña) y Carles Pont Sorribes (Universitat Pompeu Fabra de Barcelona).

Inmersos en plena crisis de la COVID-19, su impacto no solo alcanza el ámbito sanitario, social o económico, sino también el comunicativo. En esta situación de crisis sanitaria, los ciudadanos necesitan información para poder adaptarse y comprender lo que está pasando. Para reducir la incertidumbre y el miedo. La humanidad ha pasado por crisis semejantes, incluso peores. Sin embargo, hay tres aspectos que hacen diferente la emergencia de la COVID-19 de otras: la globalización, la aceleración y la sobreabundancia informativa, aquejada a menudo por noticias falsas. 

Informar en caso de crisis de salud pública no es sólo una necesidad para la ciudadanía, sino también una obligación por parte de las instituciones sanitarias. Los ciudadanos tienen derecho a conocer los problemas sanitarios de la colectividad cuando impliquen un riesgo para la salud pública o para su salud individual, y la legislación recoge el derecho a que esta información se difunda en términos verdaderos, comprensibles y adecuados para la protección de la salud. La comunicación institucional se enfrenta estas semanas a un importante reto en la explicación de las medidas a adoptar, la gestión efectuada y los escenarios venideros.

La crisis actual es también un desafío para periodistas y medios. Los medios de comunicación tradicionales y los nuevos medios se convierten en las vías de acceso principal a la información sobre la situación de la pandemia, al tiempo que en canales para intercambiar realidades, emociones y opiniones. La consolidación de los social media y las aplicaciones de mensajería permiten la transmisión instantánea de noticias de la crisis sanitaria global por diferentes formatos. El Coronavirus ha aflorado ciertas vulnerabilidades de las sociedades posmodernas que disponen de un alto volumen de información que estimula la incertidumbre.

Además, en este contexto, las denominadas “fake news” encuentran un caldo de cultivo propicio a su proliferación. Bulos sobre el origen del virus, falsos remedios contra la enfermedad y hasta un falso boletín oficial del estado han circulado masivamente, con más o menos credibilidad entre la sociedad. También se ha utilizado el concepto del virus hoax, un anglicismo aparecido con Internet que sirve para definir una mentira que quiere divulgarse con la finalidad de engañar al receptor y que tiene una apariencia teóricamente seria.

¿Cómo se están informando los ciudadanos en la compleja situación actual? ¿Qué fuentes han ganado o perdido credibilidad? ¿Cómo están empleando medios tradicionales y redes sociales? ¿Cómo están comunicando las instituciones sanitarias? ¿Cómo están afrontando los medios la cobertura de la pandemia? Desde el presente monográfico, se buscan análisis y reflexiones en torno a la crisis del coronavirus, atendiendo a las múltiples dimensiones que ofrece el estudio de la comunicación y el periodismo.       

Líneas preferentes de investigación:

  • Comunicación política
  • Comunicación institucional
  • Comunicación de riesgo
  • Comunicación de crisis
  • Comunicación para la salud
  • Hábitos de consumo de información
  • Uso de redes sociales
  • Uso de mensajería instantánea
  • Públicos y audiencias
  • Tratamiento mediático de la crisis
  • Análisis de la cobertura de prensa
  • Comunicación viral
  • Fake news y herramientas de verificación
  • Divulgación de información sanitaria
  • Cambios en las rutinas de producción de los periodistas
  • Comparativa entre medios de comunicación tradicionales y nuevos media
Publicado: 07-10-2020

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