Coordinación: Sergio Villanueva Baselga (Universitat de Barcelona), Dafne Calvo (Universitat de València) y Alejandro Barranquero (Universidad Carlos III de Madrid).

El mundo contemporáneo atraviesa por un momento de enorme complejidad e incertidumbre. A las múltiples crisis sociales que se suceden ‒crisis como la medioambiental o las derivadas de la pandemia del COVID19 y la guerra de Ucrania‒, se suma un panorama cambiante de medios en los que el propio concepto de comunicación se desborda, así como la cantidad de estímulos e información inconexa que buscan nuestra atención. Frente a la aceleración del tiempo histórico y la perplejidad que las crisis generan, el filósofo Daniel Innerarity explica:

Entre las incómodas desproporciones de nuestro mundo está una ignorancia muy propia de la sociedad avanzada, que es producida por el exceso de información y que se ha calificado con neologismos como infobasura o infoxicación. La especialización y la fragmentación del conocimiento ha producido un incremento de información que va acompañado de un avance muy modesto en lo que se refiere a nuestra comprensión del mundo. El saber de la humanidad se duplica cada cinco años. Así, es necesario que las futuras generaciones aprendan no a acumular información, sino a saber navegar en esta y producir nuevos saberes que la aglutinen (Innerarity, 2010, p. 25).

La resiliencia social, entendida esta como la capacidad de una comunidad para crecer y sobreponerse en contextos de adversidad (Keck y Sakdapolrak, 2013), se ha convertido en una noción central para la investigación sobre comunicación comunitaria en el periodo pandémico y postpandémico. El objetivo principal de este dosier es reflexionar en torno al papel que juegan los medios colaborativos y otras formas de comunicación ciudadana a la hora de canalizar y ofrecer resiliencia a situaciones como la actual crisis ecosocial, política y sanitaria. Con este, también se busca poner en valor las experiencias en las que los medios colaborativos, ante situaciones multicrisis, hayan actuado como canalizadores de redes de apoyo, herramientas de empoderamiento social e instrumentos de soporte comunitario.

Al margen de los modelos tradicionales de financiación, organización y actuación, con la nomenclatura “medios colaborativos” englobamos medios y organizaciones comunicacionales que promueven la participación activa de la ciudadanía y las comunidades locales o de interés, además de promocionar un periodismo comprometido con la integración regional, el bienestar y los derechos humanos. Los cinco artículos publicados en este dosier, junto con las dos firmas invitadas, buscan articular su reflexión alrededor de situaciones adversas a las que se han enfrentado y siguen enfrentando las sociedades contemporáneas tales como el cambio climático y la sostenibilidad, los conflictos sociopolíticos y la desigualdad, y las emergencias sanitarias.

El primer artículo, denominado “Pràctiques artístiques col·laboratives i protesta ciutadana: València 1991-2015”, aborda el artivismo en la localidad valenciana, que en los últimos años se ha caracterizado por una oposición vecinal contra los planes urbanísticos de la ciudad. A través del análisis documental, se estudia el valor de las prácticas y proyectos de diversos grupos representativos. Como acciones principales de estos, se identifican las concentraciones, el material gráfico, las intervenciones artísticas y las celebraciones. Estas permiten a los colectivos llevar a cabo sus objetivos de visibilización de conflictos y creación de nuevos imaginarios colectivos sobre el territorio.

El artículo “Creación audiovisual colaborativa: enfoques durante la crisis del coronavirus y las restricciones de movilidad” propone la creación colectiva como su foco de estudio principal, en este caso aplicada al ámbito de los medios audiovisuales. Se realizan un análisis cualitativo de las piezas “Nos roban todo, menos la rabia” (colectivo LASTESIS, 2020) y “Reinventadas” (Sonja Marzi, 2021). El trabajo concluye que ambos proyectos recuperan los elementos de la presencia colectiva en el territorio y la reflexión sobre el entorno cotidiano y sus problemas vinculados. A pesar de sus diferencias, ambos se enmarcan en la respuesta a las consecuencias de clausura de los espacios públicos.

El siguiente artículo, titulado “Participación, colaboración y resiliencia en cooperativas de medios” busca, a través de una revisión sistemática de la literatura, identificar, describir y clasificar modos y prácticas colaborativas y participativas en cooperativas de medios a lo largo de la historia. De este modo, ahonda en la definición de los medios colaborativos desde su perspectiva cooperativa, interviniendo en el debate epistemológico alrededor del concepto de los medios colaborativos. Así, llega a la conclusión que conceptos como colaboración o participación son nucleares a la definición de estos medios y que, por lo tanto, los convierte en organizaciones potencialmente resilentes.

“El Salto: origen y estrategia de consolidación de un medio de medios como propuesta de comunicación alternativa” es el primero de los artículos dedicados a estudiar medios que, en realidad, son organizaciones que articulan debates y prácticas comunicacionales contrahegemónicas. Desde 2016 aunque con precedentes en los años 80, El Salto es probablemente el medio alternativo más ambicioso que ha existido en el Estado español por su voluntad multimedia y por su articulación de diversas lenguas, temáticas, plantillas o saberes regionales. Pese a haber sido objeto de diversas reestructuraciones ‒de trabajadores o de los medios que lo integran‒, el trabajo pone en valor la resiliencia del proyecto al haber ensayado y diversificado distintas vías de financiación y apertura a las audiencias.

El caso de “Justicia social, comunicación y des-estigmatización en salud mental. La experiencia de Radio Nikosia” es el de un medio más específico, localizado en un hospital de Barcelona, y orientado a ofrecer cuidados, reflexión y derecho a la comunicación de las personas psiquiatrizadas por razones de salud mental. A partir de entrevistas y grupos focales, el autor del trabajo demuestra cómo Nikosia ha conseguido resistir a lo largo de más de 20 años ayudando a romper el estigma en torno a estas comunidades y como espacio de construcción de “saberes profanos” y discursos alternativos en torno a lo psíquico.

Por último, las dos firmas invitadas realizan reflexiones pertinentes a la temática del dosier. Por un lado, Florencia Enghel de la Jönköping University en Suecia, reflexiona en su artículo “Informarse es problemático: Consideraciones a partir de las prácticas cotidianas de las mujeres en tiempos de precariedad” sobre las rutinas cotidianas en relación a la información de las mujeres argentinas durante la crisis de la COVID-19. Además, los autores Hans-Jörg Trenz, Annett Heft, Michael Vaughan y Barbara Pfetsch, de la Scuola Normale Superiore de Florencia y del Weizenbaum Institute for the Networked Society de la Freie Universitaet Berlin, en su artículo “Resiliencia de las esferas públicas en una crisis sanitaria mundial” discuten sobre cómo la crisis de la COVID-19 ha abierto fisuras en el ecosistema mediático introduciendo formas digitales experimentales de comunicación en la esfera pública.

 

Bibiografía

Innerarity, D. (2010). La democracia del conocimiento. Por una sociedad inteligente. Paídós.

Keck, M., y Sakdapolrak, P. (2013). What is social resilience? Lessons learned and ways forward. Erdkunde, 67(1), 5-19.

 

Publicado: 28-02-2023

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